La semana pasada hablando de estrategia con el Equipo Directivo de Hidro Rubber, comenzamos a dialogar sobre la cultura organizacional. Les comentaba que el Equipo Directivo de una organización tiene muchísimo que ver con la cultura que se respira en la misma. Realmente, somos los portadores principales de la cultura de la empresa.
Les decía, como ejemplo, que si los 7 del Equipo Directivo llegamos a las 10 de la mañana a diario a trabajar, estamos transmitiendo a la organización que no cumplir con el horario de entrada no es importante, y que de alguna manera aceptamos la impuntualidad. Con el tiempo, esto se convierte en cultura, y estará en el ADN de nuestra organización, la gente lo practicará, y le parecerá lo normal. Hoy me doy cuenta de que esto se da particularmente en el Equipo Directivo, ya que es la principal referencia de la organización, pero también en cualquier persona que dirija un equipo o tenga alguien a su cargo. Se debe ser consciente que se es referencia en todas las situaciones, para lo bueno y para lo malo. Dentro y fuera del trabajo. Cuando se está mal y cuando se está bien. Y se debe ser consciente de que en todos los estados, ser es transmisor, y afecta a la cultura.
Si una persona que dirige a otras es realmente un buen profesional, es una referencia para ellos. Adicionalmente, si es una referencia para otras personas que no dirige, es un líder. Si se es una referencia, se deben transmitir constantemente los valores de la organización, en cualquier estado:
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