Hoy voy a contar una experiencia que me ha ocurrido en más de una ocasión cuando he hecho cena en la sociedad (gastronómica) con amigos. Siempre hay uno que llega, se pone el delantal, y a continuación pregunta: ¿Qué hay que hacer?
Hay otros que llegan, saludan, se sacan una cerveza, y se sientan a la mesa contra la pared, donde es más difícil salir. A continuación preguntan: ¿Qué hay que hacer?
La pregunta en ambos casos es la misma, la disposición no. Tu actitud determina absolutamente todo. Las palabras en ambos casos son las mismas, pero los hechos no. Uno ofrece su ayuda, el otro no, queda bien simplemente.
En la empresa ocurre lo mismo. No me cuentes tu actitud, demuéstramela. Hazme ver que lo que dices es lo mismo que lo que haces. Ponte el delantal pero para currar, no para mirar.
0 
ESCRIBE UN COMENTARIO: