El cuestionamiento es una de las fuentes fundamentales para el avance y mejora de la organización. Así escrito, parece lógico y sencillo, pero no lo es. El cuestionamiento en una organización es cultural. Precisa de una forma de ser y de ver las cosas. Precisa de gente con iniciativa por cambiar y mejorar el estado actual de todo. Precisa de curiosos, de inquietos, de inconformistas, y lamentablemente de esto hay poco.
Desde los colegios hacemos niños estándares que luego será adultos estándares. Pocos son los niños y las personas que se preguntan los porqués de las cosas. Hacemos estándares en un sistema que no provoca el cuestionamiento. También lo hacemos en las familias, no dedicamos tiempo a explicar a los críos todos los porqués, y terminamos muchas veces con la frase: “porque es así” o “cuando seas mayor lo entenderás”.
En las empresas tenemos gente que asume que las cosas son de una manera porque lo son, porque alguien se lo ha dicho o porque siempre se ha hecho así, y cerramos todas las puertas a buscar el camino del “hacer lo mismo de forma diferente, y obviamente mejor”. Las organizaciones tenemos que rediseñarnos para fomentar el cambio cultural que aliente el cuestionamiento. Esto supone tener que escuchar, tener gente quisquillosa, personas que manifiesten una opinión contraria a sus superiores… Necesitamos organizaciones abiertas donde se fomente el debate y todo el mundo pueda opinar. Aquí, merece realizar un pequeño inciso; no estoy hablando de la queja. Estoy hablando de la posibilitación de desacuerdo con una situación, de un análisis del mismo y de una propuesta de soluciones.
Considero también, que es muy importante contratar bien. Contratar a personas que tengan un determinado perfil, a ser posible complementarios a lo que ya hay, pero no iguales. Normalmente tendemos a contratar a personas parecidas a nosotros, e inconscientemente, estamos estandarizando la organización.
Quizás tu primer paso para hoy, pueda ser cuestionarte esto que te planteo.
1 
ESCRIBE UN COMENTARIO: